Extra!

       Los principios siempre fueron mejor que los finales. Eso es así, y todo el mundo lo sabe. Al principio siempre es emocionante, conocerlo, sentirlo, el roce de vuestras manos es mágico, y ese primer beso torpe sabe a victoria. Y es que al final sus manos se saben tu cuerpo, y por rutina siempre tocan igual, por inercia sus besos caen en los mismos sitios y sus mordiscos en las mismas marcas de tu piel. Sus movimientos rítmicos que te hacían llegar al cielo, ahora te dejan en la estratosfera, chocando con aviones y nubes en formación. Y tu lo quieres igual, pero tu cuerpo...Oh! Tu cuerpo ansía manos nuevas y bocas que te coman la oreja con pasión, necesita que lo redescubran, lo halaguen y disfruten de él como nunca.
        A tu cuerpo le da igual tu mente, y disfruta en la lujuria de sueños eróticos con gente prohibida. Tu cuerpo no sabe lo que es el amor, y solamente quiere que otros dedos fríos entren en su interior. El sexo es adictivo, y si ya conoces a esa persona, si sabes sus movimientos antes de que los haga, si te anticipas, no hay sorpresas y sin sorpresas no hay "Ohhs". Mi cuerpo pide sorpresas a gritos, y puedo controlarlo hasta que deje de poder.