Comencemos por el principio, que no es ni más ni menos que me quedé sin centro de prácticas a tres semanas de empezar, mi tutor no muy preocupado por re-ubicarnos a mí y a mi compañera me sugirió un colegio de educación especial en Ibi, y en fin, acabó pareciéndome la mejor opción.
Primer día de estancias y allí estábamos mi compañera y yo, en la entrada al colé sin saber que esperar. Una vez dentro todo estaba tranquilo y nos mandaron esperar, a los tres minutos suena la sirena, hora de ir a clase, y empieza a llenarse el pasillo de nenes y profes, el ambiente enamora, es inevitable. Te apetece estar con ellos todo el día, ayudarlos, enseñarles, aprender tú... y mira que no hay nada más común que querer ser profe cuando tienes once años eh, bueno profe y astronauta, pero en este caso nos quedaremos con el primer ejemplo. Juraría que mi pensamiento fue: "Mierda, ya me he liado".
Gimnasio del Col·legi Públic d' Educació especial Sanchís Banús |
Durante toda la semana me he ido dando cuenta que la gente que trabaja aquí tiene el doble de corazón que yo, mucha energía y muy buen humor día a día. Y quieras que no, algo se te pega. He visto osteopatía en nenes autistas, cambios posturales en clase, y en medio del pasillo también, con colchoneta eso sí, hay que protegerse las rodillas. Y sobre todo mucha pero que mucha paciencia, porque cosas malas hay en todas partes (olores, pañales, babas, etc.) pero lo importante, creo yo, que es como lo enfocas, y esta gente lo enfoca todo con mucho amor.
Que bonito paula, aveces la vida te sorprende y te hace ver que lo que menos pensabas que te gustaría es lo que más te apasiona. Me alegro mucho amor, aprovecha la oportunidad que te ha dado el karma de conocer ese mundo!
ResponderEliminar